27 feb 2019

Hasta Entonces

Este espacio que nos divide, en millas. El tiempo perdido evitandonos sin querer, en años.
Estos relatos que surcan el hemisferio entero antes de llegar a ti, en letras. ¿Pero cómo hacemos, mi amor, para medir este afán por encontrarnos?

¿Cómo definimos lo que entre nosotros crece minuto a minuto? ¿Cual es la formula para entender este terrible afán por acortar el trecho que hoy nos distancia?

No existe en este mundo una unidad para calcular lo que tus curvas y preciosos ojos me producen, pierdo el norte y el camino se me nubla como resultado de intentar prevenir que me pase exactamente lo mismo, no tiene remedio. Ni hablar del tiempo que llevo intentando explicarle a mi artista interior que espabile y salga de su letargo, pues tenemos por fin una nueva razón para crear.

Y no sé si tu deseo es la gasolina que alimenta al mio, no estoy seguro si nuestro encuentro está especificado en alguna parte de este guión que redactamos al andar y ni loco me arriesgo a apostar que mi mente y la tuya están hechas para entrelazarse cual paginas de dos libros que, pese a ser muy distintos, están escritos por autores perdidamente enamorados el uno del otro. 

Solo porto la certeza de quererte
como niño su bicicleta
como tus oídos mis palabras
como nuestro país su libertad
En definitiva, te quiero.

Al igual que quiero también demostrar que en esta vida estamos para intentar locuras, como cruzar el continente entero por un beso y algo más, asumiendo riesgos y confiando a ciegas, pues es de la confianza y el riesgo de donde nacen las recompensas más ricas y las historias más excepcionales.

Planeo probarte que tu grandeza puede mover montañas, que tu belleza interna y externa tienen la misma dimensión y que esa boca está aun a esperas de enmarcar sus sonrisas más genuinas y de exclamar los gemidos más sinceros, de los que yo, encantado, pretendo ser el protagonista. 

Hasta entonces, mi cielo, seguiré pintando con relatos y poesía el espacio que la geografía pone entre tu calor y el mio, tu piel y mis manos, tus lunares y mis labios. Esperando pacientemente a convertir esos ojos en mi norte y esas curvas en mi camino. 

De mi, 
para vos.

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